Me dijeron que era xenofóbico (lo que tal vez es verdad, pero no tanto como eso de que me encanta escribir entre paréntesis). Claro, a mi no me parece tal cosa; lo que pasa es que me caga que la gente mame a los extranjeros, digo, si nosotros (osease los mexicanos, y no todos por supuesto, eso de "nosotros" es nada más un decir) vamos a Estados Unidos, Canadá, o a algún pinche país europeo no van a acercársenos un chingo de gente a preguntarnos "eres de México?, enserio??? y que comen allá?... déjame te llevo a que te comas un sandwich de cagada de mierda de esos que son típicos aquí... y a que conozcas cada pinche rincón que de seguro se te va a hacer bien culero pero que de todos modos te voy a enseñar porque estoy bien meco y quiero quedar bien y por lo visto no tengo ninguna mejor puta cosa que hacer... aún y cuando no te conozco y hasta es probable que seas un meco que de haber nacido aquí me hubiera caído en la punta de los huevos..." y cosas por el estilo. Bueno... probablemente si habría algún par de imbéciles que se acercarían a decir tales cosas, pero por lo mismo nada más (osea, por ser unos imbéciles). Me tiene que caer bien alguien (o tengo que fingir que me cae bien) nada más porque es de otra parte? La verdad prefiero conocer, o tratar de conocer, a alguien que me produzca interés por otra cosa aparte de simplemente haber nacido en punta-de-la-chingada-septentrional, y me parece además, una actitud bastante autosumisiva el hecho de sentir la responsabilidad de caerle bien a un extranjero (no es como si en Francia o Noruega los weyes estuvieran ansiosos, esperando a que llegue un mexicano para establecer una relación con él). Claro, no digo por esto que alguien me cae mal por el hecho de no ser de mi país, pero si se llega a dar (y, oh, que si ha pasado) una relación amistosa con un extranjero, esta debe basarse en coincidencias de interés o de trato, no en diferencias territoriales.

Por eso me dicen Xenofóbico y, otra vez, tal vez tengan razón, pero de todas formas, los que lo hacen pueden irse a chingar a los pinches extranjeros que espero se mueran (y también a sus madres, aprovechando la erección).