Chihuahua. 21 de Diciembre (creo), 6.30 de la noche.

Pues estoy de vuelta temporalmente en la ciudad que me vio nacer, crecer, cambiar, ser humillado y derrotado por la vida en todos sus aspectos (unos menos favorables que otros que no recuerdo, o que más bien no quiero recordar) y luego irme a cambiar a otra parte que, aunque no se encuentra para nada lejos, representa un ambiente que me hace negar todo lo que antes fuí, o pude haber llegado a ser.

Las cosas, aunque en esencia estáticas e inmutables, se me presentan cambiadas cada vez que vuelvo; los valores que me he esforzado en asignar a los elementos mundanos que llaman mi atención se vuelven otros. La ley de los narcos; el miedo desmedido que nada más se balancea con la "libertad" de los excesos que se vuelven moneda corriente en esta economía de las sensaciones nocturnas de fin de semana (y de uno que otro dia entre semana también, si dios se apiada); lo cosmético de las nuevas generaciones a quienes solo puedo juzgar mediante la diferencia entre lo calculado y prefabricado de sus costumbres y las que algún día fueron mías; lo pulido de una ciudad que vive y duerme (quién sabe en que orden) entre la sequedad que aletarga y los intereses de aquellos que nos dan lo que necesitamos para poder afirmar nuestra estancia en un lugar así.

Llegué el miércoles y no hice nada, igual que el jueves. El viernes se atravesó el alcohol que estaba adentro de un envase de caguama que estaba adentro del san juan y luego pasó a estar adentro de mi estómago (y que después de algunas reacciones químicas que no puedo explicar afectó mi estado de ánimo de una forma en que solo el alcohol puede). El sábado no se quiso quedar atrás y de nuestra parte no faltó empeño para que en nuestro camino se cruzaran sustancias con efectos gratos. El domingo (que es hoy) empezó como extensión del día anterior del que apenas me vengo recuperando (recuperado menos los estragos a largo plazo de los que no me voy a poder deshacer y contra los que, por lo mismo, no lucho).

Bien por todos, feliz 21 de Diciembre.

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Para este entonces hace 2009 años, y recordando el divino hecho de que María quedó preñada no por el vulgar carpintero que tenía por esposo, si no por el mismísimo dios (quien por cierto me parece bastante joto por nada más haberla embarazado sin quitarle la virginidad), fue la recta final de los 9 meses en los que jesuschrist se desarrollaría en toda su flamante persona. Por cierto, si María dio a luz el 25 de Diciembre, eso significa que dios le puso dentro su sagrada semilla por aquello de marzo. Y si nos ponemos estrictos con eso de los 9 meses y aparte suponemos que fue un embarazo saludable (por eso de que si te embaraza dios es como tener seguro médico con plan completo de lo más nice), significa que jesuschrist fue concebido 4 días después del natalicio de benitojuárez. No sé que tiene que ver una cosa con la otra, pero ambos weyes son muy populares, están muertos y ambos eran judíos. No soy muy fan del pelo largo pero definitivamente creo que jesuschrist tenía un mejor look.